¿Cómo funcionan los contratos de los fútbolistas?

Se acerca fin de año, hay jugadores que la rompen y tal vez se vayan, y empiezan las hordas a exigir sangre porque el club no aumenta las cláusulas de recisión de los jugadores, que a veces se van barato. Así que vamos a revisar algo que escribí hace un tiempo respecto a cómo funcionan los contratos de los jugadores.

Lo que voy a escribir (además de estar explicado con términos para todos y generalizando) es basado en mis conocimientos generales de contratos. Existen normas especiales que imponen la FIFA y la AFA a las transacciones de jugadores, no conozco el detalle de esas cuestiones. Dicho eso, veamos:

LOS JUGADORES NO SON COSAS

Siempre hablamos de que “X” equipo compró a tal jugador o que lo vendió. A ver, no. Los jugadores no son cosas. El club no puede comprar 10 conitos, 80 camisetas y tres personas. Lo que existen son contratos por los cuales un jugador y un club acuerdan que el jugador “trabajará” por determinado plazo para el club.

¿Y qué se pacta en esos contratos?

Los contratos, básicamente, contienen lo siguiente:

  • Durante cuánto tiempo durará la relación contractual.
  • Cuánto cobrará el jugador.
  • Las obligaciones de cada parte (jugar para el club, ir a entrenar, que el club le de casa, lo que sea).
  • Bonificaciones (pueden estar o no. Se pueden pagar extras por resultado. Por ejemplo, inventando, $50.000 por cada gol de Borja, $100.000 por cada día sin lesionarse a Gago, multas de $30.000 por cada amarilla que le pongan a Pablo Perez).
  • Cláusulas de rescisión.

¿Qué es la famosa cláusula de rescisión?

Significa cuánto le cuesta a las partes terminar con el contrato sin el acuerdo de la otra. ¿Y cómo funciona? Si una parte pone esa plata, la otra no puede oponerse a que se termine el contrato. Por eso a los representantes de los jugadores les conviene que sea lo más baja posible, para poder irse más fácil si llega una buena oferta de afuera, y a los clubes que sea lo más alta posible, así no le roban jugadores.

¿Y cómo se termina un contrato con un futbolista?

  • Por cumplimiento del plazo. Nada obliga a las partes a renovar el contrato. Si el contrato era por 3 años, pasados los 3 años el jugador y el club ya no están ligados, y el jugador se puede ir a donde quiera (lo que se llama jugador libre). Al jugador le conviene porque puede exigir un mejor contrato al siguiente club (ya que no habrá que pagar por incorporarlo), pero está mal visto porque el próximo club no sabe si vas a hacerle lo mismo, además de que dejás en banda al club que invirtió en el jugador.
  • Por acuerdo de las partes. Es muy común que un jugador se quiera ir de un club, para volver al club del que es hincha, por ejemplo, o porque el club sabe que no es tenido en cuenta y le dan vía libre para irse, o por el motivo que sea. Si las partes están de acuerdo, pueden terminar su contrato sin que les importe la cláusula.
  • Por cláusula de rescisión. Si el jugador X quiere irse a jugar a otro club y su club actual no quiere venderlo, el jugador X puede conseguir que alguien pague la cláusula (puede pagarla él, el otro club, o quien sea que aporte el dinero, siempre y cuando el jugador quiera irse). Una vez pagada la cláusula, nada lo obliga a quedarse en el club.
  • Por transferencia entre clubes. Otra opción es que si el jugador, el club actual y el club que quiere contratarlo están de acuerdo, se acuerda un monto de dinero por el cuál permiten la transferencia del jugador. El monto puede ser igual o menor (si hay acuerdo entre todos) que la cláusula de rescisión. No tiene sentido que el monto acordado sea mayor al de la cláusula, porque insisto, pagando el importe ya fijado en el contrato no hace falta pagar nada más para liberar al jugador.
  • Por incumplimiento de una parte. Es bastante raro que suceda, pero si un futbolista o el club no cumple con su parte (por ejemplo, que el jugador no vaya a entrenar ni se presente a los partidos), existiría una causal de disolución del contrato, y la parte contraria puede exigirlo. Pero no es lo común.

Si a un jugador se le acaba el contrato, ¿el club puede hacer algo para forzarlo a renovar?

No. Nadie puede forzar a otra parte a firmar un contrato, así como a nadie de ustedes el empleador los puede forzar a continuar trabajando para ellos. Si el jugador no tiene ganas en absoluto de firmar y continuar (o renovar y luego ser transferido, para que al club le quede dinero por la transferencia) no hay nada que hacer.

¿Y por qué a veces las cláusulas de rescisión son bajas?

A todo presidente de cualquier club le encantaría que todos sus jugadores tengan cláusulas altísimas, pero los jugadores no quieren esto porque les complicaría la transferencia a clubes “mejores” (ejemplo, si jugás en el interior querés ir a un grande como River, Independiente o Racing. Si jugás en un club grande de Argentina, querés irte a Europa. Si jugás en boca, esperás una oferta de China). Si un club no acepta cláusulas más bajas, los jugadores no firman.

¿Y qué son el derecho económico y derecho federativo sobre un jugador?

En pocas palabras, el derecho federativo es el derecho a inscribir a un jugador para que juegue en tu equipo. Es el derecho a que juegue para vos, y lo tiene un solo club. El derecho económico es el derecho sobre el pase del jugador. Un jugador puede pertenecer a un club pero jugar en otro (jugadores cedidos, por ejemplo). También puede que el derecho económico esté repartido entre varios clubes (dos o más) o que una parte la tenga el jugador.

[Resumen]

Los jugadores no se compran y venden como cosas. Es imposible retener a un jugador que se quiere ir. Los contratos son por plazo, y los jugadores no tienen un valor en sí, lo que se paga es la finalización del contrato con su club anterior. El más grande sigue siendo River Plate. Por su estilo, sus estrellas y su gente. Cuando un jugador se va, es más probable que sea porque quiso el jugador y no porque el club haya cometido un error.

About the author

Soy abogado por la Universidad de Buenos Aires y Magister en Derecho por la Universidad Austral. Ejerzo el derecho de manera independiente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

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